- Las últimas semanas se ha generado una verdadera explosión de contagios en niños y niñas por virus respiratorios.
- Dicha situación está generando una alta demanda de medicamentos para tratar patologías respiratorias. Los medicamentos genéricos y genéricos de marca bioequivalentes, se erigen como una alternativa viable y eficiente para resolver dicha situación.
El alto número de contagios pediátricos a causa de virus respiratorios como el sincicial o la influenza han obligado a las autoridades sanitarias a levantar una alerta, decretando incluso el uso obligatorio de mascarillas en colegios para niños desde kínder en adelante, hasta el mes de agosto como mínimo.
Según datos del Instituto de Salud Pública en lo que va de 2023 se han observado 18.728 casos positivos en virus respiratorios, la cifra más alta desde que se tiene registros. Además, los expertos anunciaron que en las próximas dos semanas los adultos mayores se verán expuestos a dichos contagios, aumentando la demanda de medicamentos para tratar patologías respiratorias.
Es en este escenario que los medicamentos genéricos y genéricos de marca bioequivalentes se posicionan como una opción eficiente y eficaz ante una alta demanda de medicamentos innovadores u originales. El 81% de las unidades que se venden en farmacias en Chile corresponden a este tipo de medicamentos, muchos de los cuales se elaboran en el país, siendo los más económicos de la región, con un valor promedio de 1,1 dólar versus el promedio de USD 4,3 del resto de los países.
Es un hecho que estos medicamentos alternativos han sido un aporte al ampliar la cobertura y a una fracción del valor inicial de los productos equivalentes, gracias a la fuerte competencia del sector”, sostiene Elmer Torres, vicepresidente ejecutivo de Asilfa.
Respecto a qué certifica que un medicamento sea o no intercambiable con otro, Torres añade que “además de ser bioequivalente, y tan importante como ello, el producto debe cumplir con los estándares de las Buenas Prácticas de Manufactura (GMP) establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS); es decir, que sea elaborado con procesos de fabricación validados y sometido a controles de calidad -desde las materias primas al producto terminado- con métodos analíticos también validados, lo que garantiza que el producto cumplirá de lote a lote con sus especificaciones de calidad y efecto terapéutico”.
“Consideramos importante que la población esté al tanto de nuestro compromiso por garantizar el acceso a productos de calidad, seguros y eficaces, más económicos que los medicamentos originales o innovadores, razón por la cual la industria local continúa trabajando para certificar las moléculas y validar los procesos productivos de sus productos farmacéuticos”, comenta Torres.
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