ZONA CENTRO SUR / REGION DEL MAULE / TALCA
- La académica de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) del Campus Santiago de la Universidad de Talca, Andrea Bentancor, apunta a que “el hecho de que el ministro de Hacienda tenga voz (dentro del consejo), pero no voto, no tiene ninguna incidencia en que baje o no la tasa. Que posea voz posibilita que se tenga una mejor coordinación con la política fiscal”.
El rol del Banco Central (BCCh) probablemente se analizará dentro del debate constitucional que se desarrollará este año en Chile. Una nueva Carta Magna conlleva a una revisión de las instituciones que se rijan por leyes orgánicas constitucionales. Pero, ¿se debe revisar todo? ¿Cambiar sólo ciertos parámetros? o ¿mantener su actual normativa?
Para Andrea Bentancor, economista y académica de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Talca y del Campus Santiago de dicha casa de estudios, no es necesario potenciar más su autonomía. “Creo que la independencia de la política monetaria ha sido positiva. Parte del gran manejo macroeconómico que ha tenido Chile es por el actuar del Banco Central. No se requiere una mayor autonomía para que esto siga ocurriendo”, afirma.
La experta añadió que el hecho de que el ministro de Hacienda tenga voz dentro del Consejo del BCCh, pero no voto, “no tiene ninguna incidencia en que baje o no la tasa. Que posea voz posibilita que tenga una mejor coordinación con la política fiscal”.
Remoción de consejeros
Para la economista, la independencia del Banco Central ha sido positiva en materia de política monetaria: “Cuando uno mira la Ley Orgánica Constitucional que establece la misión del BCCh, señala velar por la inflación y el sistema de pagos externos e internos. Cuando ha sido necesario, en razón de su misión, ha realizado intervenciones cambiarias, vendiendo y comprando dólares. Entonces, creo que el primer mensaje es que la independencia y la capacidad de realizar esas políticas monetarias ha sido algo positivo”.
Bentancor agrega un matiz. La experta plantea que es posible revisar ciertas situaciones, que más allá de ser modificaciones constitucionales, se relacionan con normas asociadas a la constitución, que derivan de la constitución. Por ejemplo, que el proceso para la remoción de sus consejeros es más difícil en comparación con los establecidos para autoridades de otros organismos autónomos.
“Una cosa es la autonomía general del Banco Central, que, en ámbitos distintos de la política monetaria, es mayor que la de otros entes autónomos. Cuando uno mira, por ejemplo, la Comisión para el Mercado Financiero, la Contraloría o la Corte Suprema, destituir al contralor es posible a través del Congreso, destituir a un consejero del BCCh solamente es posible a través del Presidente (…) su autonomía es muy fuerte y esto va relacionado con la remoción de los consejeros, que es mucho más difícil que la del contralor, por ejemplo”.
Otro punto que analiza es, vinculado a la práctica, la imposibilidad que en los hechos sus trabajadores han tenido de negociar colectivamente y ejercer su derecho a huelga, a pesar de que se rigen por el Código del Trabajo. “El hecho de que es un ente público, pero en realidad se rige por el Código del Trabajo. Pero luego todos los años, el comité de ministros, salvo en 2006 cuando lo posibilitó y luego revirtió su decisión, ha venido dejando al Banco Central en la lista de entidades en que no se puede ejercer el derecho a huelga”, puntualiza.
La economista concluye que “esas cosas, son materia ley. Pero para el balance de los poderes -que tenga las mismas particularidades que tiene la remoción de un contralor o miembros de la Corte Suprema- me parece que serían relevantes y no sería afectar la independencia de la política monetaria, no la pone en cuestión ni en riesgo. Hacerlo un ente autónomo que no sea una isla, no ser tan distinto de los demás, mejorar el balance de poderes y de controles”.
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