Por Marcial Rapela, socio y responsable de la oficina de Bain & Company en Chile y Juan Pablo García, socio de analítica avanzada de Bain en Chile.
La primera ola de implementación de IA generativa solo ha dado una muestra de su poder para mejorar la velocidad y la calidad del trabajo, en particular en áreas que antes eran difíciles de automatizar, como la toma de decisiones, la creación de contenido y el análisis de datos complejos.
En el área de atención al cliente, por ejemplo, vemos margen para que las empresas reduzcan la cantidad de tiempo que un empleado dedica a las respuestas manuales entre un 20% y un 50%. En el área de desarrollo de productos, es probable que la ingeniería de software sea entre un 15% y un 30% más productiva, mientras que los equipos de RR.HH. deberían ver una reducción del 40% en el tiempo necesario para redactar una oferta de empleo.
Sin embargo, la gran expectación está dando paso a una desconexión en un número significativo de compañías de diversos sectores. Los equipos ejecutivos y los directorios de estas empresas están descubriendo que las mejoras de productividad que genera la IA no se están traduciendo en ahorros de costos significativos, al menos no todavía.
La buena noticia para los equipos ejecutivos es que pueden recurrir a una innovación más conocida para ayudar con este desafío de alineación estratégica: el rediseño de base cero (ZBR).
A diferencia de las medidas tradicionales de disminución de costos que suelen implicar reducciones generales, ZBR utiliza las prioridades estratégicas de una empresa para reevaluar y reconstruir fundamentalmente los procesos comerciales desde cero. Simplifica radicalmente los procesosmétodos de principio a fin, eliminando la complejidad de las actividades de alto valor, agilizando las actividades de bajo valor y el trabajo duplicado. Junto con la IA generativa, este enfoque se vuelve aún más potente, ya que permite a las organizaciones lograr ahorros de costos transformadores al tiempo que mejoran la eficacia operativa.
Para garantizar que las ganancias de productividad se traduzcan en ahorros de costos, las compañías deben cambiar el trabajo que se realiza y cómo se hace. Una y otra vez, el rediseño de base cero ha demostrado ser una herramienta poderosa para abordar ambas tareas.
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