Por: Francisca Rivas Millar / Constructora Civil / IP Santo Tomás, sede Rancagua
El 23 de junio festejamos el Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería. Con la promulgación de este día se pretende concienciar a nivel internacional, acerca de la importancia de esta profesión ejercida cada vez por más mujeres, constituyendo una notable oportunidad profesional para las futuras generaciones, contribuyendo al desarrollo económico de las sociedades a nivel global. Cada año se escoge un tema principal para elogiar durante la campaña en este importante día, este 2022 se pretende destacar el increíble trabajo de muchas mujeres para mejorar la vida de las personas en diversos lugares, ser parte de la solución y hacer un mundo mejor, por medio de estas palabras representativas: "Inventoras e Innovadoras".
Este año se cumplen 103 años desde el egreso de la primera mujer ingeniera en Chile, Justicia Espada Acuña Mena, una de las que abrió camino en un área “masculinizada” en ese entonces como las ciencias, la primera mujer en estudiar y titularse como ingeniera civil en Chile y Sudamérica. En la última década, ha crecido el porcentaje de mujeres que optan por estudiar carreras relacionadas con el rubro de la ingeniería, pero la brecha de integración de la mujer en este ámbito académico y laboral sigue siendo alta.
Desde muy pequeña tuve interés por el área de las ciencias y de la ingeniería. En 2014 tomé la decisión de estudiar Técnico en Minería y en 2018 decidí estudiar Construcción Civil. Al estar ya titulada me doy cuenta del largo camino recorrido en el que pude evidenciar que, si bien existe todavía una diferencia en porcentaje sobre las mujeres que decidimos estudiar en el área de ingeniería, poco a poco esto ha ido cambiando y el porcentaje de mujeres en el área de la ingeniería ha ido creciendo, incrementado las oportunidades y permitiéndonos demostrar nuestras capacidades, sirviendo de gran aporte para la industria.
Una de las primeras mujeres en relacionarse al área de la construcción en la historia fue Elizabeth Wilbraham algo que desconocía en el momento en que me inscribí en la carrera Construcción Civil en Santo Tomás. Nunca había visto una mujer constructora hasta ese día en que conocí a una de mis profesoras que admiro mucho y que me inspiró como a todas las mujeres constructoras y del área de la ingeniería que he tenido la oportunidad de conocer. Durante mis años de carrera tuve varias compañeras y nuestros profesores siempre nos trataron como un igual, jamás sentí que hicieran una diferencia por el hecho de ser mujer.
Se cree muchas veces que el mundo de la construcción es sólo para hombres y también se dice que la disparidad comienza desde la universidad, pero al comenzar mi carrera, durante y después me di cuenta de que las mujeres cada día tenemos más oportunidades dentro del área e incluso tomando cargos relevantes y de gran jerarquía. Durante mi práctica profesional tuve la oportunidad de trabajar con varias mujeres que ejercían distintos roles y aprendí mucho de ellas, no sólo mujeres chilenas, también mujeres de otros países latinoamericanos.
Habrá muchos obstáculos por superar durante el camino de estudios y siendo profesionales ingenieras, la sociedad aún está cambiando y avanzando. Sólo puedo decir estas palabras: “Ingeniera: siempre habrá alguien que dude de ti, sólo asegúrate que esa persona no seas tú”.
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