- “La morosidad puede ser un indicador de la salud financiera de una empresa y, si no se maneja adecuadamente, puede tener un impacto significativo en su nivel de riesgo”, explica el gerente general de Cobranex, Hugo Castro.
El Índice de Riesgo Empresarial que elabora Red Negocios de la Cámara de Comercio de Santiago se ubicó en 7,52 puntos en diciembre de 2022, alcanzando el nivel más alto desde que se tiene registro, por tercer mes consecutivo. Comparado con el año anterior, el indicador se ubicó 2,2 puntos por sobre el promedio de 2021, y aumentó 2,7 puntos respecto de julio del año 2021, mes en que se inició el indicador.
Al respecto, Hugo Castro, gerente general de Cobranex (https://cobranex.com/) -empresa especialista en gestión de cobranza y telemarketing- comenta que “es importante que las empresas mantengan un buen control de su flujo de efectivo y gestionen eficazmente sus cuentas por cobrar para evitar la morosidad y los riesgos asociados. En general, la morosidad puede ser un indicador de la salud financiera de una empresa y, si no se maneja adecuadamente, puede tener un impacto significativo en su nivel de riesgo”.
Según explica Castro, “la morosidad puede afectar la liquidez de la empresa, lo que significa que puede tener dificultades para cumplir con sus obligaciones financieras a corto plazo, como pagar facturas, sueldos y proveedores. Si la empresa no puede pagar sus deudas a tiempo, puede ser considerada como un riesgo crediticio por sus acreedores y proveedores, lo que puede llevar a una disminución de su capacidad para obtener financiamiento o para negociar plazos de pago favorables en el futuro”.
“La morosidad puede afectar negativamente la imagen y reputación de la empresa, lo que puede desalentar a los clientes potenciales y a los inversores. Esto puede llevar a una disminución de las ventas y, en consecuencia, a una disminución de la rentabilidad de la empresa”, asegura el gerente general de Cobranex.
Sobre los actuales niveles de morosidad, Castro explica que “desde finales del 2021 y todo 2022, veníamos viviendo en una cierta burbuja, donde aún manteníamos una estabilidad por bonos, ayudas, etc. Esta burbuja terminó por explotar entre noviembre y diciembre, donde se comenzaron a disparar los indicadores de morosidad, aterrizándonos en la realidad. Además, llevamos más de 3 años en escenarios muy especiales a nivel mundial, como la pandemia y la guerra en Ucrania, lo que ha influido muchísimo en la actual situación”.
Desde Cobranex destacan 6 indicadores que pueden ayudar a alertar una situación de riesgo por morosidad de clientes. Es importante recordar que estos indicadores son solo una guía y que cada empresa debe adaptarlos a su situación y necesidades específicas. Además, es importante analizar los datos de forma regular y tomar medidas proactivas para reducir el riesgo de morosidad de los clientes, como establecer políticas claras de crédito, monitorear de cerca las cuentas por cobrar y establecer planes de acción en caso de problemas de morosidad.
1. Índice de morosidad: Mide el porcentaje de clientes que no han pagado sus facturas en un determinado periodo de tiempo. Un aumento en este índice puede ser una señal de alerta temprana de problemas de morosidad.
2. Días de ventas pendientes (DSO): Mide el promedio de días que tardan los clientes en pagar sus facturas después de haber recibido los productos o servicios. Un aumento en el DSO puede indicar que los clientes están tardando más tiempo en pagar, lo que puede llevar a problemas de flujo de efectivo.
3. Ratio de cobertura de intereses: Este indicador mide la capacidad de una empresa para cubrir sus gastos de intereses con sus ganancias. Si esta ratio es bajo, puede indicar que la empresa está teniendo dificultades para pagar sus deudas, lo que podría llevar a problemas de morosidad.
4. Ratio de rotación de cuentas por cobrar: Este indicador mide el número de veces que las cuentas por cobrar se convierten en efectivo en un año. Un bajo ratio de rotación de cuentas por cobrar puede indicar que los clientes están tardando más tiempo en pagar, lo que puede aumentar el riesgo de morosidad.
5. Historial de pagos de los clientes: Observar el historial de pagos de los clientes puede dar una idea de su capacidad y disposición para pagar sus facturas a tiempo. Si un cliente ha estado pagando tarde o no ha pagado en el pasado, puede ser un indicio de que pueden seguir haciéndolo en el futuro.
6. Evaluación del sector y la economía: También es importante tener en cuenta las tendencias y perspectivas del sector y la economía en general. Si hay signos de una desaceleración económica o de una mayor incertidumbre en el sector, esto puede aumentar el riesgo de morosidad de los clientes.
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