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¿HASTA CUÁNDO SEGUIREMOS ENTREGANDO LA CAMISETA? UNA CRÍTICA NECESARIA AL FÚTBOL CHILENO

chile casi sin mundial

 

Esta no es solo una crítica de un medio, es el eco del sentir popular. Cada vez son más los chilenos que se cansan de la improvisación, del reciclaje de técnicos extranjeros, y del abandono de nuestros verdaderos talentos nuevos. Esta nota expresa el hartazgo de una sociedad que exige cambios reales en el fútbol chileno, y no más parches mientras seguimos dependiendo de milagros.


Chile será sede del próximo Mundial Sub-20, pero ¿de qué nos sirve ser anfitriones si seguimos siendo visitantes en nuestro propio fútbol?

Una vez más, la dirección técnica de la selección mayor está en manos de un entrenador argentino. Una vez más, perdemos con Argentina. Una vez más, nos aferramos a fórmulas externas como si no tuviéramos identidad, ni memoria, ni talentos propios.

¿Dónde está Manuel Pellegrini?
El técnico más exitoso de nuestra historia sigue ignorado por una dirigencia que prefiere el compadrazgo, el negocio fácil y la continuidad de un modelo que ya no da para más. Pellegrini no es solo un entrenador: es un pensador del fútbol, alguien que viene diciendo hace años que Chile necesita una reingeniería profunda, un golpe de realidad y limpieza institucional.

El fútbol chileno está capturado.
No es por falta de ideas ni pasión, sino por estructuras desgastadas y dirigentes que han tratado al fútbol como un negocio personal. Una ANFP que ha preferido mirar siempre hacia afuera en vez de fortalecer el deporte desde adentro, buscando soluciones externas que solo mantienen un sistema opaco y alejado de la ética. Mientras tanto, el fútbol chileno sigue estancado, víctima de una gestión que prioriza intereses propios sobre el desarrollo real y el bienestar de quienes aman este deporte.

El Mundial Sub-20 debería ser una oportunidad de oro. Pero si no hay un cambio real, será solo otro evento bonito en la superficie, con el mismo vacío estructural debajo.

Y como si fuera poco… ahora dependemos de un milagro para clasificar al Mundial adulto.
Ni el alma, ni la garra, ni el recambio: solo rezar para que otros pierdan. Esa es la realidad de una selección sin rumbo y de un país futbolero que merece mucho más.

Basta de parches. Basta de entrenadores reciclados. Basta de argentinos que vienen a probar suerte con nosotros mientras perdemos con ellos.

Chile necesita un nuevo proyecto. 
Chile necesita su dignidad futbolística.
Chile necesita coraje que identifica nuestra raza.

Ha llegado el momento de romper con lo viejo, con lo fracasado, y levantar con orgullo lo que es nuestro. Porque la historia nos ha regalado un legado glorioso que, aunque nuestra idiosincrasia a veces lo niegue o no permita decirlo, sigue latiendo fuerte en el corazón de cada chileno. Aquí, en tierras sudamericanas, alguna vez dejamos llorando a la estrella más grande del futbol actual, ganamos por desquite y demostramos que, aunque no nos aprecien, sabemos dar la batalla cuando nos encontramos en los potreros de la vida.

Nos levantamos una y otra vez, con la frente en alto, y llegamos a la cima con fuerza y dignidad. No olvidemos que hemos sido campeones dos veces de la Copa América, títulos que no solo son trofeos, sino símbolo de nuestra garra y pasión. Somos un país forjado en la pasión, con un alma guerrera y un fuego eterno que no se apaga.

Este es el instante sagrado para despertar esa fuerza, para gritar con el alma que Chile no solo quiere ganar, sino que está destinado a hacerlo. Con coraje, con garra, con un amor que trasciende generaciones. Porque el fútbol chileno es más que un juego: es nuestra bandera, nuestro orgullo y nuestro destino.

Y es ahora, más que nunca, la hora del cambio. Quizás una nueva dirigencia para el fútbol chileno, una nueva dirigencia que realmetne quiera la bandera chilena, una dirigencia con sed de triunfo, que entienda el valor de lo propio y no de lo extranjero, que luche por la transparencia y que se comprometa de verdad con el futuro de nuestro deporte. Porque Chile merece un fútbol grande, limpio y ganador. ¡Es tiempo de levantar la copa de la esperanza y escribir una nueva historia ahora!


Editorial RancaguaTV

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