- El académico Rodrigo Navia explicó que “en general se observa tras una recesión que la recuperación del empleo tiende a ser rezagada”.
De acuerdo con el último informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en el trimestre febrero-abril la tasa de ocupación se ubicó en 51,1% lo que significó la pérdida de más de 23 mil puestos de trabajo y en el último año más de 131 mil personas perdieron sus empleos.
Según el académico de la Escuela de Negocios y Economía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Rodrigo Navia, entre algunas de las razones detrás del estancamiento del empleo se encuentra el retroceso de muchas ciudades a fase 1 a partir de marzo, “lo cual nuevamente reduce la actividad y, por lo tanto, la contratación de personas, como también reduce la trayectoria de normalización de actividades que en fases superiores del plan paso a paso estarían en condiciones de operar con mayor normalidad. Las mayores restricciones inciden fuertemente en el empleo informal, como se observó en el segundo trimestre de 2020”.
El doctor en economía explicó que desde mediados del año pasado, cuando comenzaron a disminuir las restricciones, fue aumentando el empleo informal, pero a comienzos de este año se ha estancado su crecimiento junto a los retrocesos de fase.
“Además, la posibilidad de mantener una situación sanitaria compleja, alto número de contagiados activos, alta positividad, alta tasa de ocupación de camas UCI, hace más probable que aumenten las restricciones a la movilidad y, por lo tanto, a la normalización de la actividad económica, ante lo cual los empleadores son más cautos antes de embarcarse en planes de contratación de más personal ante una eventual nueva ola de restricciones”, añadió Navia.
El académico puntualizó que “otro factor a considerar, y que puede aumentar el tiempo en volver a los niveles de empleo rápidamente, pero reduce la tasa de desocupación más rápido, son las ayudas del gobierno a las familias que permiten tener cierto nivel de ingreso y por razones sanitarias o evaluación económica, desalientan salir a buscar trabajo. El objetivo principal de esas ayudas es claro, apoyar a las familias que están enfrentando las serias dificultades económicas que esta pandemia ha significado, pero puede generar un efecto secundario en la urgencia de salir a buscar trabajo. Con ello la fuerza laboral no se expandirá rápidamente, después de la reducción experimentada, pero la tasa de desocupación disminuirá, al estar este grupo fuera de la fuerza laboral”.
¿Cuánto tiempo podría tardar la recuperación de los puestos de trabajo? A juicio del economista “en general se observa tras una recesión que la recuperación del empleo tiende a ser rezagada. El mercado laboral va detrás de la actividad económica, lo que puede tomar más de 1 año recuperar los niveles de empleo. En el caso actual hay mayor incertidumbre para hacer un pronóstico”.
Navia manifestó que las razones entregadas para explicar el estancamiento observado en los últimos datos del mercado laboral pueden permanecer por un periodo prolongado. Además, dijo, “hay que tener en cuenta que frente a las restricciones de movilidad, muchas empresas han introducido radicales cambios en sus procesos de negocios lo cual puede tener un efecto importante, positivo o negativo, sobre la contratación, dependiendo el saldo final de si estos cambios abren nuevas plazas de trabajo o se reduce la intensidad de trabajo con nuevas tecnologías. Este factor no estaba presente, en las anteriores recesiones, de manera tan radical como en lo que estamos viviendo en el último año”.
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