Hoy 23 de abril se conmemora una fecha importante para la literatura mundial, ya que justo coincide con el fallecimiento de tres grandes de la historia: William Shakespeare, Miguel de Cervantes e Inca Garcilaso de la Vega.
Sábado 23 de abril.- Se conmemora un nuevo Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor, el cual fue proclamado en 1995 por la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, en inglés), con el objetivo de celebrar y reflexionar acerca de la importancia de los libros en el mundo.
Es una fecha en la que recordamos además, la importancia de fomentar en los niños el amor por la lectura desde los primeros años de vida. Si bien es cierto, es una tarea que a veces no resulta nada fácil, es fundamental tener claros los beneficios que tendrá para el presente y futuro de las infancias. Esta práctica ayuda a que las personas estimulen su imaginación y creatividad haciendo que sientan más interés por lo que les rodea y aumentando su bagaje cultural. Además, el hecho de que a diario lean unas páginas de un libro hará que mejoren su vocabulario, aprendiendo nuevas palabras y favorezca su agilidad mental, entre otros múltiples beneficios conocidos.
Para Rosario Rivadeneyra, Diseñadora de Experiencias de Aprendizaje en Beereaders (www.beereaders.com), herramienta digital que fortalece la comprensión lectora de los estudiantes, a través de metodologías de aprendizaje basadas en dinámicas de juego y recompensas “a veces, en el afán de cumplir los objetivos curriculares o desarrollar habilidades lectoras para las etapas de infancia y adolescencia, olvidamos el aspecto emotivo de la lectura y lo importante que es tenerlo en cuenta para que la experiencia sea autónoma, competente y, sobre todo, agradable”.
De hecho, según un estudio realizado en abril de 2019 por la Universidad Estatal de Ohio, los niños cuyos padres les leen 5 cuentos por día, ingresan en su primer día de clases con un vocabulario más rico, el cual cuenta con un promedio de 1,4 millones de palabras.
Por lo tanto, el hecho de transformar el hábito de leer en un pasatiempo en vez de una obligación ayudará a mejorar una serie de capacidades cognitivas y a prepararlos para su vida adulta. En este sentido, la plataforma de Beereaders cuenta con más de 500 libros y 2.300 textos cortos de autores latinoamericanos, con tópicos de terror, amor, novelas y libros clásicos, los cuales se alinean con los planes de lectura de los ministerios de Educación de países como Perú y Chile, siendo el complemento ideal para el desarrollo de la lectura en la escuela.
“Nuestro compromiso en Beereaders es que niñas, niños y jóvenes lean más y mejor, y estamos seguros de que la forma para lograrlo es poniendo a su disposición grandes historias que los interpelen y atraigan, pero que también los desafíen, permitiéndoles afinar sus habilidades lectoras. En nuestra biblioteca virtual se dan cita libros clásicos y modernos; poetas y narradores; la ficción y la realidad. Deseamos que el lector ría, sueñe, descubra, explore o solo curiosee las páginas de cada uno de estos textos”, señala la experta.
En la biblioteca de Beereaders podemos encontrar ejemplares para el lector inicial, para el intrépido, para el independiente, el juvenil, el reflexivo y a autores como Rubén Silva y Cecilia Zero, de Perú y Marcelo Simonetti, Feliza Marro y Vladimir Rivera, de Chile.
También es posible encontrar títulos de la literatura clásica universal, tales como:
- Sub sole (selección) de Baldomero Lillo.
- Mrs. Dalloway de Virginia Woolf.
- The Tragedy of Hamlet de William Shakespeare.
- Un marido ideal de Oscar Wilde.
- Resurrección I de León Tolstói.
- Orgullo y prejuicio de Jane Austen.
- Mujercitas de Louisa May Alcot.
- La muerte de Iván Ilich de León Tólstoi.
La lectura debe ser considerada como un proceso interactivo en el que se establezca una importante relación entre el texto y el lector. Entonces, la importancia de desarrollar este hábito desde pequeños se basa en sus múltiples beneficios a la hora de adquirir conocimientos y experiencias de lectura positivas que beneficien el aprendizaje de niñas y niños.
“Ya sea en el hogar o sala de clases, el ambiente que rodea a la lectura debe ser de respeto a intereses o ritmos, de escucha a opiniones y de contención o comprensión de emociones e, inclusive, debe dejar un espacio al silencio” añade Rivadeneyra.
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