Camilo Gutiérrez Amaya, jefe del laboratorio de investigación de ESET Latinoamérica.
Hemos sido fans y espectadores de un sinfín de películas y series donde la tecnología desempeña un rol crucial. Sin embargo, lo que aparecía solo en la ficción, hoy lo vemos en nuestra realidad. Aquí es donde surge la figura de la inteligencia artificial (IA), la cual no es una ficción que solo se ve en series de la televisión, sino que ya se aplican en todo el mundo para diversos fines.
En este marco de discusión se desarrolló el ESET Security Day en Chile, con el objetivo de profundizar en los conceptos de IA y ML, sobre todo con el boom que hoy vive la IA generativa. En ese sentido, es importante dimensionar el alcance, desarrollo e impacto que estas tecnologías tienen para la ciberseguridad, donde ha aportado diversos beneficios a las tecnologías de protección.
Sin embargo, los ciberdelincuentes también están al tanto y se aprovechan para darle un uso malintencionado. Por esa razón, es importante que también sea posible valerse de esa misma tecnología para desarrollar tareas fundamentales dentro de una empresa como el monitoreo, prevención, predicción y control de amenazas y riesgos que hoy atentan a la seguridad digital de Estados, organizaciones y ciudadanos.
Viene a mejorar el trabajo de las personas, no a reemplazarlo
ESET recibe diariamente 400 mil archivos y alertas maliciosas. Si se intentara analizarlos sin utilizar tecnología, sería necesario un gran número de personas realizando tareas repetitivas con un alto margen de error. Esto se debe a que resulta casi imposible para los seres humanos mantener niveles óptimos de detección y análisis en una escala tan masiva. Sin embargo, gracias a la tecnología basada en modelos de IA, es posible agilizar estos procesos de detección y análisis, reduciendo significativamente el margen de error.
Por esa razón, la teoría de que viene a reemplazar a los humanos y quitar empleos es un poco lejana a lo que experimentamos en ciberseguridad. Hoy la IA es una herramienta que está trabajando de la mano con las personas, facilitando los procesos, previniendo incidentes, detectando tipos de comportamiento y de amenazas que utilizan los atacantes.
Es importante reconocer que los ciberdelincuentes también pueden aprovecharse de esta misma tecnología, lo cual no implica que sean totalmente indetectables. No obstante, ante el panorama actual, resulta crucial considerar la adopción de estas tecnologías para mejorar los procesos existentes en las organizaciones.
Entonces, ¿es posible imaginar personas neutralizando este tipo de ataques? Sí. Y es que debemos ser muy claros, la adopción de tecnologías basadas en IA, cada vez se posiciona mejor como una herramienta fundamental para las industrias y la vida cotidiana en su lucha contra el cibercrimen.
Más que catalogarla como villana o héroe, la IA se erige como una oportunidad para hacer de la vida digital un poco más segura, ágil y eficiente frente al avance sin frenos de la ciberdelincuencia. Por lo tanto, darle un buen uso exige una colaboración entre todos los actores; campañas de concientización para todas las personas; y, por supuesto, sólidas legislaciones que regulen, penalicen y fiscalicen la implementación de la ciberseguridad.
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