Entrevista vicepresidenta Colmed Maule, ante crisis de seguridad en centros de salud
Del 2021 al 2022 las agresiones al personal de salud se duplicaron. Una investigación realizada hace dos años atrás, indicó que la mayoría de estas situaciones se dieron en los centros de Atención Primarios (APS), con un 63,2 por ciento, y las mujeres fueron las que se vieron más afectadas, alcanzando un 70 por ciento.
En nuestra región, hace algunos días un objeto incendiario fue lanzado muy cerca de un Cecosf, en la comuna de Maule, dando cuenta de la vulnerabilidad a la que se ven expuestos los profesionales del área de la salud
Para hablar sobre este preocupante tema, conversamos con la Dr. Dahiana Pulgar, vicepresidenta del Colegio Médico del Maule, en una entrevista donde pudimos ver la posición que tiene este importante gremio ante estos hechos.
Dra. Pulgar, ¿podría describir la situación de inseguridad que enfrentan hoy los centros de salud en la región del Maule?
“Lamentablemente, la crisis de seguridad ha escalado gravemente en los últimos meses. Hemos presenciado agresiones físicas y verbales hacia el personal, robos dentro de los centros de salud, incluso en áreas críticas, y hasta casos de encerronas a los profesionales cuando salen de sus turnos. Esto ya no es un problema aislado, es una situación alarmante que afecta directamente tanto a los pacientes, como a quienes trabajamos en salud”.
¿Qué tipo de incidentes específicos han reportado los profesionales de la salud?
“Hay casos que realmente nos preocupan. Hemos tenido reportes de ajuste de cuentas entre bandas criminales que se llevan a cabo dentro de los centros de atención, intimidando a los pacientes y al personal médico. Es inaceptable. A esto se suman robos de equipos médicos y bienes personales. No podemos trabajar en estas condiciones, con la amenaza constante de agresiones e intimidación. Es evidente que necesitamos medidas urgentes para garantizar nuestra seguridad”.
¿Cómo afecta esto al funcionamiento de los centros de salud?
“El impacto es profundo. Cuando el personal no se siente seguro, se afecta directamente la calidad de la atención que podemos entregar. La inseguridad genera un ambiente de estrés, miedo y agotamiento que, evidentemente, repercute en el cuidado a los pacientes. Hemos visto casos en los que profesionales prefieren no tomar ciertos turnos, especialmente en horarios nocturnos, por miedo a sufrir un ataque”.