- La académica de la Escuela de Enfermería de la Universidad Católica del Maule, Marisol Salgado, recomendó evitar salir a mediodía, cambiar la mascarilla cada dos a tres horas, hidratarse y utilizar abundante protector solar.
Acostumbrarse al uso de mascarillas durante esta época de altas temperaturas, no ha sido fácil para la mayoría de las personas, sin embargo, el autocuidado ante el aumento de contagios por COVID-19 es clave para proteger a la población.
La académica de la Escuela de Enfermería de la Universidad Católica del Maule sede Curicó, Marisol Salgado Silva, entregó recomendaciones para que las personas puedan protegerse sin problemas durante el verano.
Lo primero que recomendó la experta es evitar lugares sin ventilación que pudieran aumentar la sensación de falta de aire y privilegiar, por tanto, las áreas al aire libre, no salir de los hogares en los horarios con mayor temperatura -entre las 12 y 16 horas- e instó a las personas a caminar por zonas con sombra e hidratarse, así como también, evitar el uso de mascarillas fabricadas con telas que dificultan la respiración, como por ejemplo el vinilo.
Recomendaciones
“Es importante y fundamental no usar la misma mascarilla más de dos a tres horas, las mascarillas desechables usarlas por el periodo mencionado o hasta que éstas se humedezcan. En el caso de las mascarillas reutilizables, lo recomendado principalmente es que sean idealmente en base de algodón y para su limpieza, lavarlas con detergentes hipoalergénicos, realizar doble enjuague y evitar el uso de suavizantes”, mencionó.
“Sobre el material que se utilice, los expertos plantean que las mascarillas quirúrgicas o clínicas, en general son ‘bastante menos calurosas que las de tela’, pero tienden a mojarse más y por lo tanto debemos usarlas por un tiempo determinado. Además, se aconseja que durante el verano las personas porten una o más mascarillas de repuesto, para cambiarse en caso de que se humedezcan por la transpiración y pierdan efectividad, preferir para ello el trasporte en bolsas de papel dentro de la cartera o mochila, evitando el uso de bolsas plástica que, con el calor y la condensación, pueden humedecer las mascarillas antes de su uso, quitando así el efecto protector deseado”, continuó explicando la docente UCM.
Según comentó la académica Marisol Salgado, el sudor que se acumula bajo las mascarillas, que se acrecienta con las temperaturas elevadas del verano, la fricción continua, la presión sobre determinados puntos del rostro como nariz, mejillas, orejas y frente, son factores que pueden agredir la piel. “En este sentido, los expertos aconsejan extremar el cuidado de la piel para prevenir, prepararla e intentar evitar posibles daños”, acotó.
Cuidados para la piel
“La piel debajo de la mascarilla no respira, se obstruye y está húmeda por los vapores de la respiración. Mientras sigamos llevando la mascarilla como medida de prevención aconsejada por las autoridades sanitarias, pueden seguir apareciendo estos efectos secundarios en la piel. Es importante recordar que en caso de que aparezcan lesiones, es importante consultar a un dermatólogo, ya que es necesario estudiar su origen y hacer diagnóstico adecuado para la indicación de tratamiento óptimo”, puntualizó.
Recomendó extremar los cuidados previos y posteriores del rostro al usar la mascarilla. “Aún no existe evidencia o no se ha estandarizado qué mascarilla es más inocua o causa menos daño para la piel, por lo que no es posible recomendar un tipo por sobre otro. Por esto, es de suma relevancia lo que mencionaba anteriormente con respecto a la importancia de desechar la mascarilla cuando haya cumplido su vida útil, si es desechable luego de dos a tres horas de uso eliminarla y si es reutilizable, realizar su lavado, porque si no lo hacemos se va a humedecer y este ambiente producirá en definitiva el crecimiento bacteriano que puede causar infecciones en la piel”, indicó.
También instó a utilizar protector solar cada tres horas y de manera abundante en todo el rostro, no maquillarse durante el verano, porque esto dificulta el acople de la mascarilla a la piel, y restaría seguridad, aumentando el efecto oclusivo de los folículos, generando mayor riesgo a acné.
“Otras recomendaciones son beber abundante agua, limpiar la piel al menos dos veces al día e hidratarla a través de cremas según el tipo de piel, mantener la piel seca y limpia de sudor y utilizar jockeys y sombreros”.
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