El Ecólogo Marino y académico de la UCM, Dr. Alexis Castillo, explicó los riesgos que existen tras la caída del Long March 5B a la Tierra.
Los restos del cohete chino que tuvo una entrada no controlada a la Tierra, provocó temor en gran parte del mundo, los que se fueron disipando al certificar que estos cayeron en el océano Índico, al oeste del archipiélago de las Maldivas y no en un lugar poblado.
Pese a esta buena noticia, el Ecólogo Marino, Dr. Alexis Castillo quien trabaja como académico de la Universidad Católica del Maule, en el Centro de Investigación de Estudios Avanzados (CIEAM UCM), advierte que aún podríamos seguir expuestos a algunos riesgos.
Y lo dice en condicional, porque el científico expuso que una de las situaciones que más complica es que las agencias espaciales, no tienen obligación alguna de entregar información precisa sobre la composición de los materiales de esta chatarra espacial, tipo y composición química del combustible utilizado por los propulsores y otros residuos asociados, presencia de baterías u otro tipo de estructura para almacenaje de energía, que hoy se encuentran depositados en el fondo del mar.
“Esta información es desconocida. Las agencias espaciales no tienen la obligación de entregar información sobre este tipo de situaciones. En este caso, la agencia espacial china, debió proporcionar información referente a la composición química y cantidad de combustible disponible, presencia de baterías y otras sustancias químicas, las que podrían ser vertidas al océano y potencialmente causar impactos negativos en los sistemas naturales, y en este caso particular, los ecosistemas marinos”, planteó.
“Como ninguna agencia espacial entrega ese tipo de información, los países y las personas quedamos a la deriva, lo que tiene que ver con un tema más bien ético”, reforzó el Dr. Castillo.
Riesgos a largo plazo
Reflexionando sobre los riesgos que puede tener esta caída del cohete Long March 5B, el académico UCM sostuvo que “Sí el cohete hubiese caído en una zona costera o en un sector asociado a ecosistemas terrestres, producto del impacto y dependiendo de la cantidad de combustibles (combustibles en base a perclorato) o sustancias presentes en ella (líquidos de baterías por ejemplo) estos podrían ser descargados en los suelos, con alto potencial de infiltrarse en aguas subterráneas y generar graves problemas de toxicidad”.
“En Estados Unidos, entre los años 50' y 60', cuando comenzaron con las pruebas de lanzamientos de cohetes espaciales, se originó un grave problema asociado al vertido de combustibles en base a perclorato. Los vertidos involuntarios en los suelos generaron la contaminación de aguas subterráneas, siendo transportada hacia centros urbanos cercanos. Una vez que el agua contaminada fue utilizada por los pastizales y ganado de consumo, los elementos y componentes potencialmente tóxicos de los combustibles fueron bioacumulados por la vegetación de la zona, que, a su vez, los incorporó en el ganado, los que finalmente fueron ingeridos por los seres humanos, mediante el consumo de productos lácteos y la carne. En el largo plazo, los pobladores de estos centros urbanos se vieron afectados por distintas patologías cancerígenas, lo que hoy está documentado como un efecto crónico e indirecto que tiene relación con la descarga de combustibles en los sistemas naturales”, complementó luego el especialista.
Por ello es que el Dr. Castillo señala que en este caso podría suceder algo similar, porque se desconoce la composición química del combustible y de otras sustancias químicas presentes en la estructura, así como la presencia de baterías u otros sistemas de almacenaje de energía, al interior del cohete. “Existe un riesgo potencial de que estos desechos puedan ser vertidos al océano profundo, una vez que el proceso de corrosión natural destruya la estructura de almacenaje del cohete. Además, existe la probabilidad de que en un par de años más, que estos desechos puedan ser incorporados en los recursos marinos del sector, con alto potencial de generar efectos no deseados en la salud humana, cuando estos recursos sean ingeridos", concluyó.
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