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ATENCIÓN CLÍNICA EN TIEMPOS DE DISTANCIA SOCIAL

ATENCIOìN CLINCIA F1

A Pesar de la situación, el personal médico tiene que entrar en acción. ¿Cómo protegemos a los especialistas en la salud, operarios y areas de soporte, sin poner en mayor riesgo al paciente?


 

Chile. La crisis sanitaria del 2020 dejó expuestas las limitaciones del actual sistema de salud, que la medicina moderna estructuro siempre como un sistema de atención a los enfermos enfocado en el cuidado presencial. Aunque existen grandes avances en los últimos años en relación al diagnóstico y a los tratamientos médicos, la prestación de atención no ha cambiado demasiado estructuralmente. Esta se sigue desarrollando mayoritariamente dentro de las 4 paredes de los hospitales donde las personas que están enfermas o gravemente enfermas acuden a ser atendidas y tratadas por personas con formación médica. 

 

El sistema clínico jamás contempló una pandemia mundial que actualmente concentra casi todo el foco de recursos de las instituciones médicas y condiciona el grueso de sus decisiones. Como a muchas industrias, esta pandemia obligo a la salud a reinventarse y encontrar la oportunidad que para muchos, parecía escondida al fondo de la caja de pandora pero que en definitiva había estado siempre al alcance de nuestras manos: El cuidado remoto. Los que trabajamos en el aspecto tecnológico de la medicina sabemos que el futuro y la innovación viene por el lado de cuidar al paciente a lo largo de toda su vida, esté donde esté, sin necesidad de que se encuentre dentro de un hospital. 

 

La pandemia forzó a todas las instituciones a expandir su esfera de influencia para concentrase también en la prevención, educación y monitoreo de síntomas a la distancia. Esta habilidad era fundamental para controlar el flujo de pacientes hacia las instituciones, reducir el riesgo de exposición de el personal médico, y evitar que los hospitales se volvieran focos de contagio. La tecnología para esto estuvo al alcance de la mano desde hace al menos 10 años, pero tal como le sucedía a las instituciones educativas, ya fuera por tradición o por desconfianza de muchos pacientes hacia la efectividad de las consultas a distancia, jamás se había generado el entorno adecuado para su uso. 

 

El 2020 fue entonces un año para sentar la infraestructura y los hábitos necesarios para que la medicina y el cuidado de pacientes pegara un salto de innovación necesario. Para el año entrante, el desafío será incorporar la medición continua de parámetros críticos, el uso de la AI para el entendimiento de la data y sugerencia de acciones, y la conectividad de todos los expertos que deban examinar o tratar a un mismo paciente en forma simultánea, acercándonos al sueño de generar un cuidado omnipresente, integral y personalizado para todo el que lo necesite. 

Esto es lo que hace falta para que la medicina comience a orientar toda su estructura hacia un tratamiento proactivo en vez de reactivo. Durante toda la historia moderna, la medicina occidental se ha concentrado más en resolver problema luego de que ocurren que de prevenirlos. El Covid19 obligó a toda institución de salud a pensar de manera preventiva, abriendo las puertas para este cambio de pensamiento que ahora atraviesa a toda la práctica médica. Esto ya está trayendo beneficios para otro de los grandes problemas pendientes que enfrenta la medicina: El tratamiento de pacientes crónicos. 

 

Antes de la pandemia, los pacientes crónicos representaban a nivel global el 80% del gastos de recurso médicos. Los malos hábitos de la vida moderna han aumentado el número de pacientes crónicos de manera estable en los últimos años y todo índica que este año de cuarentenas, estrés, falta de deporte y cuidado médico para la población en general, ha incrementado exponencialmente estos números. Por esta razón hablamos del tratamiento remoto como la esperanza al fondo de la caja de pandora: Es un enfoque para trabajar sobre nuestros problemas inmediatos pero también sobre problemas estructurales con los que lidiábamos de a parches.  

 

La realidad es que con la nueva infraestructura tecnológica desplegada estos meses y las tácticas de recopilación de datos de pacientes generados de manera remota y continua, se está conformando un verdadero “bisturí tecnológico” que dará comienzo a una nueva era de atención personalizada, en la que dejemos de tratar a los pacientes sin contemplar todas las características individuales de sus perfiles, en tiempo real y a través de todas las instituciones, médicos y cuidadores que tengan contacto con ese individuo, entendiendo que el paciente es paciente en todo momento, esté en su casa, en la calla o con su familia. 

 

Entendiendo la importancia de la omnipresencia y la transversalidad del cuidado médico, desde NEORIS impulsamos este año la iniciativa Club Nueva salud, entidad que reúne a nuestros clientes prestadores de salud europeos y de Latinoamérica. El Club fue creado en febrero, entendiendo que este año representaría un desafío sin precedente para la industria de la salud y que necesitábamos trabajar en red y globalmente para compartir todos los aprendizajes posibles. Nos hemos dedicado a generar mesas redondas de diálogo y debate y a generar documentos volcando las enseñanzas que estos meses nos dejaron, intentando marcar el rumbo para la medicina del mañana.  

 

En abril ya estábamos aplicando algunos de estos aprendizajes para uno de nuestros mayores casos de éxito en salud de los últimos tiempos, en el cual creamos en solo 2 semanas una herramienta digital para que Christus Muguerza, una de las mayores instituciones de salud mexicanas, pudiera atender pacientes remotamente, ampliando su cobertura y reduciendo drásticamente el contagio de Covid entre su personal médico. La solución, llamada Patient Track, fue un éxito que promovió la concientización y educación de los pacientes, el monitoreo remoto por parte de las enfermeras en tiempo real y la sistematización de las derivaciones a hospitales de manera ordenada y por gravedad de casos. Esto permitió manejar un mayor flujo de pacientes, reducir la cantidad de visitas a los hospitales, y ampliar la capacidad de atención al disponibilizar staff médico infectado que cumplía su propio aislamiento desde su casa. 

 

Un tema que aún nos queda pendiente es el involucramiento de las farmacéuticas en este ciclo de atención remota. Las farmacéuticas y productoras de equipamiento médico tienen la necesidad de operar también como empresas de servicio, aprovechando estas tecnologías para acercarse y entender a los pacientes, para evaluar los tratamientos, asegurar la adopción de los medicamentos, facilitar la interacción entre médicos y pacientes, y entender cómo crear mejores productos y servicios. Es necesario que estas instituciones también acompañen a los clientes de principio a fin. 

 

En el 2021, vamos a tener los mismos desafíos que este año, pero con mucha más información que apalancar. Los dispositivos médicos ya están conectados a distintas redes y los protocolos de seguimiento a distancia han sido establecidos y refinados. El desafío ahora es cómo usar de manera eficiente esta información y darle forma para que cada organización de salud pueda anticiparse a las olas de rebrotes, picos de consulta y el panorama de los clientes de sus zonas geográficas. 

 

La IA y la IOT serán tecnologías fundamentales para lograr esto. La ficha clínica electrónica interoperable debería estar establecida ya en todas las instituciones, pero aun falta la conexión entre distintas instituciones de salud para conectar estos datos. Es fundamental la intervención de los gobiernos y nuevas regulaciones que permitan que estas fichas se compartan, siempre resguardando la privacidad y datos de los pacientes. Es un tema sensible pero urgente, que no podemos seguir postergando para sobrevivir al 2021. España es un gran caso modelo de este punto, ya que las fichas clínicas son compartidas entre las instituciones de cada región autónoma. 

 

En este año que comienza, NEORIS se va a estar concentrando en el uso inteligente de todos los datos que las instituciones ya tienen. Junto con Nir Kaldero, nuestro encargado de Data Science, estamos trabajando en métodos de vanguardia para generar modelos predictivos y utilizables basados en los datos que se están recopilando hoy en día y a los cuales no se les da uso. Será un año para trabajar profundamente en el Backend de la salud, en los engranajes profundos de un sistema que necesita reinventarse desde las entrañas para que, cuando prendamos el noticiero diario, veamos los números de fallecidos reducirse y estemos cada vez más preparados por si un evento como este vuelve a darse en la historia próxima de la humanidad.

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