- El boom del delivery está transformando nuestras cocinas. Con un 42% de los chilenos pidiendo comida a domicilio regularmente, el diseño de estos espacios evoluciona hacia áreas más abiertas, funcionales y conectadas, adaptándose a un estilo de vida acelerado.
El auge de los servicios de delivery está transformando no solo la forma en que comemos, sino también el diseño de nuestras cocinas. Un reciente estudio de la Asociación de Investigadores de Mercado y Opinión Pública (AIM) reveló que el 42% de los chilenos pide comida a domicilio de manera habitual, mientras que el 37% lo hace al menos una vez al mes. Esta tendencia hacia el delivery no solo está cambiando los hábitos alimenticios, sino que está impulsando una revolución en la arquitectura y funcionalidad de las cocinas.
Los expertos en diseño de interiores ya están observando esta evolución, y para el 2025 se proyecta que las cocinas sean menos laboriosas y tengan más espacios multifuncionales. Esto permite optimizar las áreas para tareas como socializar, estudiar o trabajar. Además, con la creciente preocupación por la sostenibilidad, veremos cocinas equipadas con materiales resistentes que prolonguen su vida útil.
La tendencia hacia cocinas abiertas y multifuncionales trasciende la arquitectura e influye en los materiales involucrados en su diseño. Las melaminas de Masisa, por ejemplo, se encuentran en constante evolución. Además de incorporar diseños en tendencia, como maderas, linos y piedras con texturas cada vez más realistas, también ofrecen propiedades antibacteriales, mayor resistencia a la abrasión y filtro UV. Esto se traduce en muebles más duraderos, que se adaptan a los diversos usos que hoy demanda una cocina, creando espacios versátiles y sostenibles, señala Andrea Chateau, Gerente de Especificaciones de Masisa.
Con el delivery cubriendo gran parte de las necesidades alimenticias, las cocinas del futuro serán más versátiles, abiertas y conectadas. El resultado es un espacio que responde a las demandas de un estilo de vida más acelerado, sin perder el enfoque en la comodidad y la interacción social dentro de la vivienda.
Este cambio en los hábitos está impulsando un rediseño radical en los hogares chilenos, donde la cocina, aunque sigue siendo el corazón de la casa, se adapta a las necesidades contemporáneas.
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