Asegurar el recurso hídrico y no alterar procesos biológicos representan un gran reto en la convivencia de operaciones complejas y sus entornos naturales, según la chilena M-Risk.
Las empresas en sectores como minería, energía y agricultura están avanzando en protocolos para garantizar el cumplimiento de las regulaciones y su continuidad productiva.
Asegurar la disponibilidad de agua y la protección de la cadena trófica –el proceso biológico relacionado con la alimentación de las especies– son dos de los principales riesgos gestionados por empresas industriales en la convivencia de sus operaciones con ecosistemas nativos, según un análisis de la chilena M-Risk, proveedora de soluciones de software en Latinoamérica y Estados Unidos, especialistas en sostenibilidad, gestión ambiental y el relacionamiento comunitario (stakeholders).
Desde la firma, cuya tecnología procesa diariamente miles de datos de empresas, aseguran que, en general, compañías de sectores como minería, energía y agricultura no solo mantiene acciones permanentes para dar cumplimiento de la regulación chilena en cuidado de flora y fauna nativa, sino también sus propias políticas internas, a menudo más exigentes.
Su CEO, Claudio Muñoz, destaca que éstas han avanzado de manera consistente en los últimos años, en paralelo al fortalecimiento de las regulaciones nacionales y al diseño de protocolos corporativos enfocados en evitar incidentes, conflictos socioambientales y garantizar la continuidad de las operaciones. “La detención de una operación de una gran empresa minera puede causar enormes pérdidas; por eso, poner la sustentabilidad en el centro de sus procesos es fundamental para este tipo de compañías de industrias complejas. Lo que vemos es que hay un avance importante, las organizaciones se esmeran y realizan seguimientos exhaustivos para evitar incidentes”, explica.
Gestión sustentable
El ejecutivo comenta que en materia de convivencia de operaciones industriales y ecosistemas nativos, la disponibilidad del recurso hídrico para las especies de flora y fauna endémica es uno de los focos de preocupación permanentes para los clientes del software de M-Risk en Chile.
Otro de los ejes clave de la gestión es la protección de la cadena trófica, debido a que cualquier invasión a procesos biológicos puede ocasionar enormes daños a un ecosistema completo, principalmente, por la disminución de nutrientes de alto valor para una comunidad de microorganismos, insectos, animales, aves, peces, mariscos, árboles y vegetales. “A pesar de que eventos particulares pueden ocasionar una gran efervescencia social, lo que nuestros análisis muestran es que hay una convivencia respetuosa y una creciente cultura de protección en los trabajadores. Los canales de denuncia, además, han mejorado y permiten sancionar drásticamente vulneraciones al ecosistema de cualquier tipo”, precisa.
La tecnología chilena proporciona evidencia para una mejor toma de decisiones estratégicas en esta gestión. El CEO de M-Risk asegura que disponer de herramientas de vanguardia para la gestión ambiental es clave y que las empresas pueden mejorar en el cumplimiento de sus resoluciones de calificación ambiental y en garantizar transparencia hacia las comunidades. “Por la riqueza de sus ecosistemas y también por el potencial de sus recursos naturales y energéticos, Chile debe ser referente en materia de una convivencia armónica entre el desarrollo y la protección de los entornos, más aún en el contexto de crisis climática que vivimos”, enfatiza.
- 0
- 0
- 0
- 0
- 0
- 0