Este 3 de diciembre se conmemora el Día Internacional de la Discapacidad:
El 17% de la población nacional tiene algún grado de discapacidad según el Tercer Estudio Nacional de la Discapacidad. El deporte, la inclusión laboral y la aceptación social se presentan como herramientas clave para mejorar la calidad de vida de estas personas.
Noviembre 2024.- Más de 3,2 millones de personas en Chile tienen algún tipo de discapacidad, lo que equivale al 17% de la población, según el Tercer Estudio Nacional de la Discapacidad. De éstas, un 11,1% presenta discapacidad severa, y las cifras son particularmente alarmantes entre las mujeres, donde la prevalencia alcanza un 20,4%, frente al 13,6% en los hombres. Estas estadísticas reflejan la necesidad urgente de avanzar hacia una sociedad más inclusiva en diversas áreas, como el deporte, el ámbito laboral y educacional, entre otros.
De cara al Día Internacional de las Personas con Discapacidad, Felipe Olavarría, fundador y gerente general de la Fundación Miradas Compartidas, considera que el principal desafío que tiene el país de aquí a los próximos 10 años, es el aceptar y no normalizar la discapacidad. “Detrás de cada persona con discapacidad hay una historia llena de ‘no’, pero muchas veces lo único que necesitan es una oportunidad. La discapacidad no hay que normalizarla, hay que aceptarla”, explica.
En este contexto, Olavarría plantea que el bienestar emocional de las personas con discapacidad comienza con su integración social. “Para nosotros, su bienestar pasa directamente por la forma en que pueden integrarse de la mejor manera en la sociedad”, asegura.
Un ítem importante a considerar es la Inclusión Laboral, donde el camino aún es largo. Aunque el 55% de las empresas cumple con la ley mediante contrataciones directas, solo el 1,2% de los trabajadores son personas con discapacidad, según el último informe de Medición de Inclusión Laboral Empresarial (MILE). Sin embargo, en opinión de la Fundación Miradas Compartidas, la inclusión laboral no se reduce a cumplir un porcentaje. “En los últimos tres años hemos facilitado más de 150 inclusiones laborales con un 94% de permanencia. Para nosotros, esta es solo la punta del iceberg. Preparamos a las empresas, sensibilizamos a los equipos y hacemos ajustes razonables para que las contrataciones sean sostenibles en el tiempo”, detalla Olavarría.
Paralelamente, el bienestar físico y emocional de las personas con discapacidad enfrenta desafíos graves. Chile recibió recientemente una calificación de 3,3 (en una escala de 1 a 7) en actividad física inclusiva para niños y adolescentes con discapacidad, según un estudio liderado por la Universidad de La Frontera. Apenas uno de cada cuatro jóvenes con discapacidad participa en actividades recreativas, muy lejos del 60% observado en países como Canadá.
Ante este panorama, iniciativas como las Olimpiadas Inclusivas de la Fundación Miradas Compartidas buscan cerrar esta brecha. “El deporte tiene un poder increíble. En la cancha las diferencias desaparecen. El trabajo en equipo, la tolerancia a la frustración y el respeto son aprendizajes que nuestros participantes llevan a otros aspectos de sus vidas”, comenta Olavarría.
Conmemorando el Día Internacional de la Discapacidad, Felipe recuerda una experiencia que resume el impacto de la Fundación: “Una vez estaba en un evento, y se me acercó una alumna de uno de nuestros programas y me dijo: ‘Sabes que lo más importante de Miradas Compartidas, es que aquí no nos sentimos raros’”. Estas palabras encapsulan el espíritu de la Fundación y su compromiso con la aceptación e inclusión social.
Con iniciativas que integran el deporte, la inclusión laboral y la construcción de comunidades más empáticas, se puede demostrar que el bienestar de las personas con discapacidad no solo es posible, sino que debe ser una prioridad para toda la sociedad. “En esta etapa, nuestro propósito es claro: queremos que las personas con discapacidad sean más felices, ayudándolas a superar barreras y construir una vida plena,” concluye Olavarría.
#JuntosTransformamosVidas