- Este importante objetivo ha sido asumido como un compromiso por parte de iniciativas PUCV, tales como MakerSpace, Chrysalis, CEINNOVA y Reemprende, quienes se han convertido en un apoyo fundamental para los emprendimientos, sobre todo, en tiempos de pandemia.
Las consecuencias de la crisis sanitaria por Coronavirus han golpeado fuerte a los emprendedores y si bien las dudas, dificultades y temores han sido parte de las pymes, la situación también otorgó la posibilidad de fortalecerse, reinventarse y poner sobre la mesa la creatividad. Algunos se adaptaron, otros se las ingeniaron para sorprender a su clientela y unos pocos dieron un giro de 180 grados.
Bajo esta realidad, el desafío que se instalará en los próximos meses para el país se vinculará directamente con la recuperación económica. En ese sentido, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) tomó un rol fundamental en temáticas de apoyo, fomento y profesionalización de incontables ideas regionales. El ejemplo perfecto de este compromiso es “Mesa Reemprende Valparaíso”, idea impulsada por la Secretaría Regional Ministerial de Economía, donde la PUCV tuvo un protagonismo activo. “Es enfrentar un tiempo complejo de forma colaborativa”, afirma Ana María Vallina, profesora de la Escuela de Negocios y Economía.
“Esta iniciativa surgió en noviembre del 2019 para apoyar a las pymes, principalmente con capacitaciones e información post estallido social, y donde se unieron muchas de las universidades regionales. La instancia, idea del seremi de Economía, nace porque son ellos quienes se comunican con las instituciones de educación superior y se articulan grupos de representantes. De esta manera, se genera un puente entre las escuelas y los emprendedores a través de talleres virtuales, temáticas sobre emprendimiento, herramientas para mejorar y enfrentar este nuevo cambio entre los emprendedores”, cuenta la académica.
Junto a esto, la instancia sirvió para poner a disposición de las pymes todos los recursos posibles desde una mirada técnica y profesional.
“Estas iniciativas que ponen recursos, herramientas, clases, entre otras, robustecen a las pymes, porque tienen más información para poder tomar decisiones. Además, se van fortaleciendo los lazos de la comunidad -que aquí en Chile falta mucho- entre el gobierno, la academia, las empresas y organizaciones, porque las miradas son distintas y se puede lograr una muy buena conversación, diálogo y una entrega de conocimientos. Es un círculo virtuoso y el emprendedor no se siente tan solo”, destaca Vallina.
Chrysalis: el partner de las ideas
Junto a la iniciativa “Reemprende”, la incubadora de negocios de la PUCV, Chrysalis, deja en evidencia que fortalecer a las pymes ha sido un compromiso institucional desde su nacimiento hace más de una década.
“La iniciativa comienza a fines de 2009 y surge como un programa dentro de la Universidad. Hoy ya somos 22 trabajadores y estamos en cuatro regiones. Nos enfocamos en el emprendimiento dinámico que busca escalar rápido, servicios con un componente de innovación importante que buscan resolver problemáticas de la industria y de los territorios de una forma distinta. Ante esto, estamos nosotros, quienes buscamos ser un partner en el emprendimiento”, revela Cristhian Aldayuz, gerente general de Chrysalis.
Tras su consolidación, la iniciativa se ha posicionado como una incubadora facilitadora y formadora a través de tres grandes pilares estratégicos en las que se basan sus servicios, los que han sido importantes, según revela Aldayuz, en estos tiempos de reinvención.
“En primer lugar, acompañamiento. En un segundo pilar, la formación, en donde en 2017 hicimos un trabajo de la mano con Corfo para validar cierta metodología y así formar en distintas iniciativas a emprendedores. Y, en tercer término, la parte estratégica de los emprendimientos. Tenemos el desarrollo de gestión, asesorías e, incluso, ponemos a disposición un board de directores, un selecto grupo de profesionales. Queremos acompañarlos en todo: sus victorias y derrotas”, asegura.
Un cerebro colectivo, un movimiento con filosofía
El apoyo y las herramientas son puntos relevantes, al igual que poner a disposición un espacio completamente creativo. Eso es de lo que se ha preocupado de hacer Valparaíso MakerSpace, donde la imaginación, la experimentación y el prototipado tienen cabida al 100%.
“Somos un espacio creativo, tecnológico y colaborativo alojado en la PUCV dispuesto para toda la Región de Valparaíso. Promovemos la filosofía maker del ‘hazlo tú mismo’, liberando el conocimiento y democratizando la tecnología. Funcionamos como un gran cerebro colectivo”, señala Dayan Echeverría, coordinadora general de Valparaíso MakerSpace.
Para la profesional, lo más relevante, más allá de los servicios, es la consolidación de una filosofía. “El movimiento maker es una filosofía que nos permite abordar desafíos complejos, como esta crisis, a partir de nuestras propias capacidades, conocimientos y la colaboración de una comunidad que persiga los mismos valores y el espíritu de compartir. Es una invitación a poder pensar sin límites, aprender día a día y sentir que en colaboración transformamos el pensar y el hacer el futuro”, destaca Dayan Echeverría.
Conectar emprendimientos con empresas
Otras de las ramas de la PUCV que asumió el desafío es el Centro de Emprendimiento e Innovación Abierta, CEINNOVA, quienes tienen por objetivo fomentar la vinculación entre empresas, emprendedores y la comunidad universitaria, promoviendo el ecosistema de emprendimiento e innovación regional.
En otras palabras, el propósito de este centro es conectar emprendimientos con grandes empresas y así lograr un trabajo en conjunto.
“Actualmente hemos ido articulando espacios para que la relación, la vinculación comercial startup-empresas, no disminuyan durante la pandemia. Lo que hacemos es conectar emprendimientos dinámicos con empresas, vinculando soluciones innovadoras y sostenibles que resuelvan los desafíos de las organizaciones”, indica Diego Núñez, gerente de CEINNOVA.
De esta manera, las mejores organizaciones desarrollan proyectos para grandes industrias. “Convocamos a los mejores emprendedores, startups y solucionadores tecnológicos del ecosistema para que puedan desarrollar proyectos creativos que permitan a las industrias inteligentes de la región resolver sus desafíos. Los proyectos creados en conjunto fomentan el desarrollo empresarial y entregan oportunidad de crecimiento a los emprendimientos en el mercado”, puntualiza.
Win Win: estudiantes al servicio
En esta temática, no sólo la academia, los profesores y profesionales destacados se han sumado a la idea. Los estudiantes también.
Así lo revela Eduardo Cartagena, director de la Escuela de Negocios y Economía de la PUCV, quien explica que la carrera de Ingeniera Comercial ha intentado replicar este compromiso al interior de su malla curricular.
“Este programa tiene como objetivo poner en contacto a los estudiantes de la carrera de Ingeniería Comercial con las pequeñas y medianas empresas de la región para apoyarlas en realizar algunos estudios: de mercado, de estructuración, financieros, entre otras. Ayudarlas, ya sea en algo muy puntual o más de acompañamiento. Esto es un programa de apoyo, es una especie de “Win-Win”: por un lado, los estudiantes ponen en práctica su conocimiento junto al respaldo de los profesores y, por otro lado, los emprendedores reciben apoyo, estructura y un cierto orden”, concluye el director.
El apoyo a través de la virtualidad en tiempos de pandemia
Junto a este compromiso trascendente en el tiempo con el emprendimiento, estas iniciativas han estado más presente que nunca en tiempos de pandemia.
Valparaíso Makerspace, por ejemplo, ha dedicado sus esfuerzos en la construcción de un novedoso escudo facial, elemento clave para el personal de salud en esta crisis sanitaria. Bajo el nombre “Escudos faciales: fabricación digital al servicio del país”, la iniciativa PUCV se adjudicó la segunda etapa del proyecto “Retos de Innovación Covid-19. Elementos de protección para el personal de salud”, del Ministerio de Ciencia y Tecnología, Corfo y el laboratorio de Gobierno, convirtiéndose así en el único proyecto regional en llegar hasta este punto.
“Se rediseñó un protector facial, siendo testeado, validado por el ISP y fabricado a bajo costo con tecnología 3D, para finalmente ser donado a distintas instituciones de salud pública frente a la alta demanda de elementos de protección”, menciona Dayan Echeverría.
Además, y bajo este mismo sentido, la iniciativa donó 400 escudos faciales “Promaker PUCV” para funcionarios de establecimientos de larga estadía para adultos mayores (ELEAM) de la región y 100 para internos de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Valparaíso.
Por otro lado, la presencialidad ha sido un tema durante este complejo año. El no poder juntarse y mantener un distanciamiento físico importante, ha significado en muchas ocasiones, recurrir a la modalidad remota o en otros casos, terminar relaciones de trabajo. Para prevenir aquello, CEINNOVA, a través de la rueda de negocios InnovaMatch, un espacio de encuentro virtual que tiene el propósito de generar vínculos comerciales entre empresas, scale ups, startups y proveedores de soluciones innovadoras, ha intentado salvaguardar aquella relación.
“InnovaMatch ha permitido mantener durante la pandemia esa vinculación entre demandantes de soluciones innovadoras y aquellos con capacidades para desarrollarlas”, explica Diego Nuñez.
En cuanto a Chrysalis, el equipo cuenta que la pandemia, dentro del ámbito laboral y sus impactos, se caracterizó principalmente por el abandono de sus espacios físicos, por lo que debieron acudir a un nuevo formato para seguir apoyando al emprendimiento.
“El nuevo formato constó de grandes logísticas. A modo de ejemplo, desplegamos a lo largo del país equipos fotográficos para la grabación y post producción de los nuevos videos de nuestro Campus Virtual, plataforma 100% digital y gratuita ligada a la Metodología del Viaje del Emprendedor de CORFO. También destacamos en la generación de diferentes eventos de manera virtual que permitían a las y los emprendedores seguir conectados en la búsqueda de oportunidades y potenciar sus negocios, como convocatorias, webinars, ruedas de negocios, networking, entre otras acciones”, cuenta el equipo Chrysalis.